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La guerra del streaming

12 septiembre 2022

Equipo VIF

Por mucho tiempo se ha augurado que el streaming sería el futuro de la televisión, y ese momento ha llegado.  En EE. UU., durante julio de 2022, se registró por primera vez que los consumidores pasaron más tiempo viendo contenido en streaming que en televisión, según datos de Nielsen. Las plataformas de streaming capturaron 34.8% del tiempo total frente a pantallas durante el mes, mientras que la televisión por cable atrajo 34.4%. Si bien la lucha contra la televisión sigue siendo muy pareja, en el mundo del streaming se vive una batalla encarnizada.

Series como Stranger Things y El juego del calamar muestran el impacto que puede tener un estreno exitoso para una plataforma. Los spin-offs de Game of Thrones y El Señor de los Anillos, producidos por HBO y Amazon Prime, respectivamente, muestran que las plataformas de streaming están apostando por lo que funcionó desde el inicio: crear contenido original.

Mientras que Netflix contaba con un fuerte dominio del mercado, principalmente por ser innovador y ser de los primeros, este año empezó a ver una reducción de participación de mercado, y esto se debe sobre todo a una competencia inédita. Desde el primer cuatrimestre de 2021, Netflix ha perdido constantemente participación en el mercado estadounidense.

En julio, Netflix anunció que había perdido más de un millón de suscriptores en lo que va del año, y se espera que en el corto plazo esa cifra aumente. Por eso, el gigante del streaming también se ha visto obligado a hacer recortes de personal y considerar la creación de un plan de paga de menor precio con anuncios. La pérdida de poder de Netflix aviva el debate sobre el futuro del streaming y las nuevas estrategias de generación de ingresos que implementará para salir vencedor en esta guerra.

Alguien que tiene derecho a reclamar el trono es Disney+. La compañía reportó tener 152 millones de suscriptores en julio, 31% más respecto al mismo mes del año pasado. Con su aglomeración de servicios (Disney+, Hulu, ESPN+ y Hotstar), este emporio rebasa los 221 millones de suscriptores, un poco más que los que reportó Netflix después de su reducción. Sin embargo, Disney+ disminuyó su pronóstico para el crecimiento futuro de 260 millones a 230 millones de suscriptores.

Gran parte del éxito de Disney+ es el reconocimiento previo que tenía la marca y su repertorio de contenidos exclusivos. También el furor que causan las franquicias de Marvel y todos sus spin-offs le ha dado una ventaja competitiva, por lo que la respuesta de las demás empresas de streaming ha sido generar más contenido propio.

Un movimiento reciente que causó mucha discusión en el mercado del streaming es la nueva estrategia que implementará Warner Bros. Discovery. Se tiene planeado que HBO Max y Discovery se fusionen en una sola plataforma y ello implicaría cancelar todas aquellas producciones que no generen un valor económico significativo para la empresa.

Esto refleja una nueva etapa en la industria, en la que todas las empresas buscan ser más agresivas en su generación de ingresos. Netflix determinó que será necesario implementar un plan con anuncios para incrementar sus ganancias. Inclusive Disney+, que ha visto un crecimiento constante de suscriptores, decidió alzar los costos de sus servicios. El precio de Disney+ sin publicidad, en EE. UU., pasó de 7.99 a 10.99 dólares al mes, o 109.99 al año, uno de los incrementos más fuertes vistos en el mercado. El nuevo servicio básico de Disney+ con anuncios costará 7.99 al mes.

La saturación del mercado ha causado que varios de los nuevos suscriptores cancelen sus cuentas después de un periodo corto o de ver la serie o película que les interesaba. La tasa promedio de deserción mensual de clientes entre los servicios premium en EE. UU. fue de 5.46% en julio, frente a 4.46% hace un año y 4.05% en julio de 2020.

El precio medio que pagan los consumidores estadounidenses actualmente por la transmisión es de 20 a 30 dólares por mes, muy por debajo del precio del cable. Quedará por ver cómo los consumidores reaccionarán a los incrementos de precios constantes y planes con anuncios. Si las empresas siguen priorizando maximizar ganancias de manera agresiva, se puede imaginar que se implementarán planes anuales como los que se ven en el cable. Una decisión paradójica, pues se estarían convirtiendo en aquello que buscaban reemplazar.

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