Cannabis: La planta que llegará hasta los cielos

23 agosto 2022

Equipo VIF

Tan solo a inicios de este milenio, pensar en el cannabis como un sector económico en auge hubiera sido imposible; sin embargo, la historia posee siempre un componente inédito.

Para muestra basta con ver el caso de EE. UU.: desde 2015 —año que se legalizó por primera vez el uso recreativo del cannabis— hasta 2021, el mercado ha crecido más de 770%. Los esfuerzos de legalización en más estados, así como en otros países, apuntan a que el alza continuará en los próximos años.

Actualmente, la gran mayoría de la producción global proviene del mercado ilegal (90%); sin embargo, se espera que en los próximos años se transfiera en parte a la legalidad. Un factor que puede motivar ese desplazamiento es la demografía: en EE. UU., un tercio de la población vive en un estado donde el cannabis es completamente lícito. Aunado a esto, se estima que la legalización federal podría ocurrir en 2023.

Ahora bien, ¿cómo se ve el mercado legal del cannabis? Siguiendo el caso estadounidense, se estima que crecerá de 7.4 billones de dólares en 2019 a 25.1 billones en 2025, con una tasa compuesta anual de crecimiento (CAGR, por sus siglas en inglés) de 23%. Este mercado está dominado por la venta de la flor de cannabis, la cual comprende el consumo más habitual de esta planta y representa 37% de las ventas anuales. Sin embargo, se proyecta que este porcentaje se reduzca a medida que otros productos, como aceites y comestibles, ganen popularidad.

Pero este crecimiento no se limita a EE. UU. En 2018, Canadá legalizó el uso recreativo, mientras que en Chile y Alemania ya se descriminalizó el uso medicinal. La tendencia de regulación solo va al alza. En México e Israel están en proceso de establecer un marco regulatorio, y se estima que en los países europeos se discutirá en 2025.

Vía: The Economist

La combinación del momentum legislativo, que se mencionó previamente, con la normalización y aceptación del uso recreativo de la planta hace propicio este mercado para varios actores.

“En el mundo, pienso que el cannabis será una industria boyante, probablemente con un valor de 160 billones de dólares. Esta pienso que es la pieza clave: en este momento, solo 10% de ese monto es legal, pero eso quiere decir que hay una enorme oportunidad y una gran demanda allá afuera”, mencionó en 2019 Douglas A. Pertz, entonces CEO de Brink’s. En ese momento detonó una importante discusión pública en el contexto empresarial, la cual sigue vigente.

No obstante, el mercado legal es de reciente creación y aún queda mucho por desarrollar. Se están implementando avances tecnológicos a lo largo de toda la cadena de producción del cannabis, lo cual es una oportunidad de crecimiento para el sector productor. Del lado del consumidor, esta innovación presenta nuevos formatos y presentaciones.

La resistencia a shocks externos también hace atractivo este mercado para los gobiernos. Dadas sus propiedades para tratar el estrés y la ansiedad, la planta es considerada un buen sustituto para los analgésicos y pastillas para dormir. Estas características la hicieron atractiva durante la pandemia, ya que durante 2020 las ventas de retail de cannabis aumentaron a niveles récord. Este boom en el consumo durante tiempos económicamente adversos podría hacer que los gobiernos se beneficien al aumentar la recaudación, lo cual solo llevaría a un mayor impulso por la legalización.

Ahora bien, no se debe perder de vista que las oportunidades de crecimiento dependerán de la regularización, los esfuerzos legislativos y la proactividad que muestren los inversionistas interesados para terminar de delinear el marco jurídico pendiente.

En esa cualidad inacabada del mercado del cannabis reside un riesgo, pero podría valerlo si la demanda prometida sigue una tendencia creciente, más aún si continúa beneficiándose por la normalización de su consumo en la cultura pop. La apuesta y la oportunidad ya están sembradas. Falta ver si los gobiernos lograrán vencer una inercia política de décadas para que los beneficios de esta industria dejen de ser cosechados por ese 90% que opera fuera de la ley.